Hoy, lunes 20 de enero, miles de estudiantes conocieron sus resultados de postulación universitaria. Desde el Preuniversitario de la Pontificia Universidad Católica de Chile, expertas en docencia y orientación vocacional ofrecen recomendaciones clave sobre cómo afrontar esta situación y las opciones disponibles para aquellos que no ingresaron a la Educación Superior en esta convocatoria.
Después de casi dos semanas de espera, se dieron a conocer los resultados de la admisión universitaria 2025, proceso en el que participaron un total de 45 universidades. Es importante recordar que, ya están disponibles en Mineduc y Demre.
Se trata de un momento decisivo para los miles de jóvenes que se prepararon durante todo el año, ya que los resultados determinarán si fueron seleccionados, si quedaron en lista de espera o si no fueron admitidos. En el caso de quedar en lista de espera, los estudiantes deberán esperar el segundo llamado de cada universidad, dependiendo de los cupos vacantes que surjan tras la primera convocatoria.
Por otro lado, no ingresar a la carrera de sus sueños o a aquella a la que aspiraban es posible experimentar emociones complejas, como frustración, tristeza e incertidumbre. Sin embargo, este resultado no debe verse como un obstáculo definitivo. Por el contrario, puede abrir nuevas oportunidades para replantear objetivos realistas, ajustados al tiempo y los recursos disponibles, e implementar estrategias que los acerquen al logro de sus metas.
Mantener la calma, alcanzar un estado de tranquilidad, reconocer las nuevas oportunidades y planificar con nuevos objetivos, todo esto respaldado por el apoyo familiar, son elementos clave en este proceso.
En este proceso, es comprensible que los estudiantes que no fueron seleccionados para la admisión 2025 se sientan confundidos y vean pocas opciones. Sin embargo, es importante recordar que existen diversas alternativas que pueden abrir nuevos caminos hacia el éxito académico y profesional.
Por esta razón, el equipo de Asesoría Vocacional y de Estudio de Preuniversitario UC ha preparado una lista de pasos y recomendaciones para orientar a los estudiantes que se enfrentarán a este momento. ¡A tomar nota!
Por otro lado, uno de los principales desafíos para los estudiantes es cómo priorizar y organizar las actividades complementarias que no están directamente relacionadas con el estudio. En este sentido, si el alumno decide prepararse nuevamente para la PAES debe plantear sus objetivos estableciendo claras prioridades. Cualquier actividad adicional que realice debe estar alineada con las metas académicas que se haya propuesto, con el fin de maximizar su tiempo y esfuerzo.
Por ejemplo, si te encuentras en esta situación y decides trabajar, u realizar actividades complementarias, es esencial que estas no interfieran con tu proceso académico. Ya sea estudiar un idioma, hacer una capacitación, participar en deportes o voluntariado, todas estas actividades deben ser planificadas de manera que se respeten los tiempos de estudio, ensayos y asistencia a clases, especialmente si decides prepararte con un preuniversitario.
Por otra parte, es fundamental equilibrar el estudio con actividades que favorezcan tu salud mental. Las expertas psicólogas del Departamento de Asesoría Vocacional y de Estudio señalan que cualquier actividad que promueva el bienestar y reduzca el aislamiento generado por un enfoque exclusivo en las metas académicas será un valioso complemento. El simple hecho de que una actividad ayude a disminuir el estrés y aumentar la sensación de felicidad impactará positivamente en el ánimo, la energía, la actitud y la disposición para el estudio. “De todo esto, lo clave es no dejar de lado las prioridades de este año académico, y esto incluye ser consciente de cuánto tiempo y esfuerzo se está entregando a estas actividades extra, siempre reevaluando cómo se está llevando el proceso de preparación para la PAES y siendo lo suficientemente flexible como para reenfocarse hacia la meta”, complementa la psicóloga Claudia Madrid.
“A mi hija/o le fue mal, ¿Cómo puedo ayudarlo?” Un factor clave en este proceso es la red de apoyo familiar. Ante una situación en la que los estudiantes enfrentan diversas emociones, es fundamental que padres y familiares validen estos sentimientos y los motiven a explorar nuevas rutas hacia sus objetivos. Si ustedes como padres están viviendo este proceso, los invitamos a tomar nota.
A veces, no se necesita hacer grandes gestos; los pequeños detalles marcan la diferencia. Más allá de las expectativas y lo que los padres puedan sentir sobre los resultados, este es el momento ideal para crear un espacio de aprendizaje. Es una oportunidad para que el estudiante reflexione de manera constructiva sobre cómo acercarse a sus metas y entienda que los desafíos forman parte natural de cualquier etapa de la vida.
Una forma asertiva de abordar esta situación es escuchar sin juzgar, evitar presiones innecesarias y fomentar una reflexión profunda con preguntas como: ¿Qué puedo hacer diferente para avanzar? ¿Qué aspectos positivos rescato del año pasado y cuáles debo mejorar? ¿Necesito ayuda?
“Compartir experiencias personales sobre desafíos y cómo superarlos también puede inspirarlos a ver las dificultades como oportunidades de aprendizaje. Por ejemplo, contarles de aquella vez en que deseaban obtener un nuevo trabajo, hablarles del esfuerzo que invirtieron para lograrlo, de la frustración al no ser seleccionados y de cómo finalmente, aprendieron de esa situación al considerar otros caminos que los llevaron a nuevas oportunidades”, aconseja la psicóloga Claudia Madrid.
Sin duda, los resultados pueden generar diversas reacciones, algunas más favorables que otras, pero es importante recordar que este es sólo un capítulo en el camino hacia la Educación Superior: Hoy se abren nuevas oportunidades. Lo fundamental es estar preparado para gestionar el proceso, reflexionar y reconocer que siempre existen alternativas. Con una buena planificación, el apoyo de la familia y, sobre todo, un enfoque positivo, los estudiantes podrán encontrar el camino adecuado para seguir adelante y alcanzar sus metas.
“Hoy eres un estudiante que cuenta con nuevas posibilidades y puedes valorarlas no sólo como un desafío de meta y puntaje, sino también dar valor a que ya conoces el proceso y ya te sometiste a la experiencia. Por lo tanto, puedes evaluar qué es lo que pudiste haber hecho mejor. Tienes dos oportunidades de rendir y todo un año para prepararte”, concluye la experta.